lunes, 2 de septiembre de 2013

Fantasmas

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI
                    Fantasmas
                                       Francisco Chaves Guzmán

            A principios del año 2085 se produjo, como contestación a los asesinatos en masa que el Gobierno Global había perpetrado durante los meses anteriores, una inmensa manifestación  que se extendió hasta los últimos rincones del planeta. Los cinco continentes fueron inundados por cantidades ingentes de banderas y pancartas que demostraban la brecha abierta entre los pocos que detentaban el poder y el resto de la población, entre los usurpadores y los legítimos dueños de su propia vida.

            Sin un ruido y sin una palabra. Porque los trozos de tela, de cualquier color, sin nadie que los enarbolase, sin mensajes escritos, se limitaban a permanecer en sus puestos, ondeados por el viento. Porque... ¿cómo utilizar la protesta para lanzar una acusación concreta cuando los cargos se extendían al conjunto de la actuación de los gobernantes? Así pues, las pancartas constituían la denuncia total de un régimen totalitario y sanguinario. Y su callado grito era más elocuente cuanto más silencioso.

            Por supuesto que los gobernantes hubiesen preferido el insulto, la algarada, el tumulto. Agarrarse a ellos como a una tabla de salvación que les permitiese, al mismo tiempo, idear estrategias de defensa y atacar con sofismas perdularios, que es a lo que estaban acostumbrados desde hacía tanto tiempo. Así que los informativos de todas las cadenas televisivas se limitaron a poner de relieve la manifiesta cobardía de los traidores que no se atrevían a dar la cara. En un vano intento de provocar la trifulca.

            Los fusileros volvieron a tomar las calles. Las bandas de tela colgaban de los balcones, se desprendían de los árboles, unían las farolas, adornaban las torres. Y fueron acribilladas por ráfagas de ametralladoras, que no eran en absoluto silenciosas. Cada disparo producía un desgarro y un estremecimiento del tejido, que parecía dibujar una danza sarcástica, un silogismo mordaz, una sonrisa irónica. Cuando cayó la noche, los fusileros huyeron despavoridos ante los fantasmas de colores. 
                                                                                                                   Ciudad H7Q22        Enero de 2101

Publicado en Diario Lanza el 2 de Septiembre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario