Sonrisas
Francisco Chaves Guzmán
El año 2027 comenzó con la risa en el banquillo de los acusados y terminó con la risa siendo declarada ilegal. La persecución se originó cuando la asociación ultramoralista Espejo Del Alma acudió a los tribunales para exigir que los comentaristas de televisión abandonasen la fea costumbre de mostrar ese rictus en la cara, que ponía en peligro las buenas costumbres y el pudor de sus hijos.
La demanda fue aceptada, el veredicto favorable a los demandantes, los recursos no prosperaron y las más altas instancias judiciales sentenciaron que la risa y la sonrisa constituían un atentado a la libertad de los serios, un disolvente moral, una amenaza para la formación integral de los jóvenes y una desafección al Régimen Global.
Cabe apuntar que quienes se tomaron a broma la resolución fueron apaleados y vejados en los centros de reeducación. Apaleados y vejados por esbirros que mostraban una mueca en los labios, parodia de la sonrisa, mientras mantenían los ojos fríos como el hielo. Ustedes saben a lo que me refiero.
Pero la nota más extravagante la pusieron los miles de tertulianos televisivos y radiofónicos que tenían el encargo de mostrar la abominación en toda su desnudez. Un Ministro de la Salud defendió ante las cámaras que la risa constituía un signo claro de locura, un síntoma esquizofrénico. Un representante de Espejo Del Alma aseguró que la sonrisa era deshonesta y casquivana en la mujer. Un empleado del Credo Global expuso, muy serio, que la carcajada era signo de posesión diabólica. Un consejero del Gobierno Global aclaró que la hilaridad era afeminamiento en el hombre. Y, para muchos de ellos, una muestra de debilidad, de subversión, de anormalidad y de animalidad.
Así que los que no estaban dispuestos a renunciar al placer de reír se vieron obligados a refugiarse en reideros clandestinos, donde se incubó, con el tiempo, la verdadera resistencia al Régimen Global. Cuestión de buen humor.
Ciudad H7Q22
Enero de 2101
(Publicado en Diario Lanza el 23 de Julio de 2012)
(En 1893, cuando EDWARD MUNCH pintó "El Grito", cuandro que se encuantra en el Munch Museet de Oslo, ya sabía el autor la cara que se les iba a quedar a los habitantes del planeta de 2027 cuando tuviesen que soportar las burradas de sus gobernantes).
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