lunes, 28 de octubre de 2013

Chapuza

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI
                   Chapuza
                            Francisco Chaves Guzmán

            En el mes de febrero del año 2093, tras unas semanas de inmenso nerviosismo en el Palacio de Gobierno, el ministro de Asuntos Internos recibió el esperado informe del equipo de asesores sociológicos. El informe detallaba la serie de descalabros sufridos durante los últimos años, sin hacer mención a las causas que los motivaron, y llegaba al corolario de que la población había dejado de confiar en los gobernantes y, es más, esperaba la caída del régimen de los globalizadores. Por supuesto, para señalar tales obviedades no era necesaria tanta titulación académica, es decir, tantas alforjas.

            Reunido de urgencia el Consejo de Ministros, se hizo en él un análisis aún más somero y, eso sí, mucho menos atinado. Concluyendo que las decisiones del Gobierno Global habían sido siempre acertadas y que los equivocados eran los súbditos, sumidos en el eterno capricho de opinar sobre lo que desconocían.

            Pero, dado que ellos mismos estaban al corriente de que la realidad era bastante peor de lo que sus propios análisis conjeturaban, tomaron la decisión de intervenir jugándose la única carta que les quedaba, ya manoseada en anteriores crisis de confianza. La de controlar el tiempo libre de los que ellos seguían considerando sus vasallos.

            Así pues, el ministro de Educación y Propaganda lanzó un fervoroso discurso al planeta entero para explicar que las horas de ocio no debían ser consumidas en actividades privadas de pensamiento y reflexión, sino puestas al servicio de los intereses de todos, con solidaridad y fraternidad. Que la imaginación constituía un mal social de primera magnitud y la soledad ensimismada un delito de lesa majestad. Que el ocio tenía por fuerza que ser disfrutado en academias de baile, en alucinaciones colectivas, en desfiles sociales, en talleres ocupacionales, en los duelos deportivos, en las pachangas televisivas... todo con camaradería y alborozo. En resumen, se abolía toda actividad que no estuviese autorizada, controlada y vigilada por el Estado.

            Fue la última chapuza mediática y legislativa de los mercachifles.
                           Ciudad H7Q22 Enero de 2101
Publicado en Diario Lanza el 28 de Octubre de 2013 

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