lunes, 14 de julio de 2014

Otras Voces, Otros Ámbitos


ESPIRALES ELÍPTICAS
       Otras Voces, Otros Ámbitos
                                                            Francisco Chaves Guzmán
 
            Truman Capote era todavía un jovencito de veintitrés años cuando publicó “Otras Voces, Otros Ámbitos”. La crítica literaria de los Estados Unidos acogió la novela con extraordinario entusiasmo, augurando al escritor un porvenir reservado sólo a los más grandes escritores, mientras el éxito entre los lectores se multiplicaba y las ventas crecían como la espuma. Así fue, pues pronto Capote ascendió al Olimpo de los elegidos junto a sus íntimos amigos Tennessee Williams y Gore Vidal.
            Cumplido el buen auspicio de los críticos, Truman Capote se dio a la vida relajada, más bien disoluta, olvidando poco a poco el genio con que la naturaleza le había provisto y escribiendo lo justo para salvaguardar el buen nombre. Pues “Desayuno en Tiffany’s” no es mucho más que un pasatiempo y “A Sangre Fría” se queda en una crónica negra, eso sí, con grandes recursos estilísticos y muchas dosis de morbo.
 
 
            En mi opinión, sus tendencias hiperbólicas y su desmedido histrionismo secaron la fuente de su talento. Tennessee Williams y Gore Vidal le dieron de lado para no compartir los escándalos, las borracheras y las desmesuras. Y él se limitó a escribir guiones, relatos y libros de viajes sin más aplauso que el debido a su mítico nombre.
            Pero a su muerte, a los sesenta años, dejaba para la posteridad una obra maestra, precisamente su novela de juventud que le abrió las puertas de la fama, la prodigiosa, mágica y envolvente “Otras Voces, Otros Ámbitos”.
            ¿Y qué es “Otras Voces, Otros Ámbitos”? Pues la fusión de dos viajes paralelos, uno físico, por las calles de un olvidado pueblo de la llamada América Profunda, y otro espiritual, hacia la comprensión tanto de lo interno como de lo externo para fluir como una fuente límpida entre los sucios meandros de la realidad. Un viaje iniciático, pero no como los de Herman Hesse, cuyo final es el punto de partida, sino como una puerta abierta que muestra las siguientes etapas del trayecto.
 
           Hoy “Otras Voces, Otros Ámbitos” es un libro casi escondido, casi  clandestino, por la sencilla razón de que es aún más políticamente incorrecto que cuando se publicó a mediados de los años cuarenta del siglo pasado.
 
Publicado en Diario Lanza el 14 de Julio de 2014   
 
 
 
 
 

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