ESPIRALES ELÍPTICAS
Qué diablos pasó con Baby Jane
Francisco
Chaves Guzmán
Juan Carlos Sánchez Belmonte ha
estrenado en Ciudad Real “Qué Diablos Pasó Con Baby Jane”, versión teatral
escrita y dirigida por él mismo, que cuenta con una serie de sorprendentes
innovaciones muy a tener en cuenta. Veamos.
“Qué Fue De Baby Jane” fue una
mediocre novela escrita por Henry Farrell que conoció el aplauso del público al
ser llevada a la pantalla por Robert Aldrich. El que Juan Carlos Sánchez
Belmonte haga una versión teatral y musical de la película es muy novedoso,
pues generalmente el camino que siguen las obras literarias es el inverso. Bien
es cierto que el propio Farrell llevó su obra al teatro, pero no desde la
película, sino desde la propia novela. Y con intereses estéticos bastante
alejados de los de Sánchez Belmonte.
Quien, por otra parte, ha convertido
una obra eminentemente dramática, aunque con algún rasgo de fino humor, en una
comedia muy divertida en la que los espectadores se lo pasan en grande con las
peripecias y diálogos a los que presta un nuevo sentido.
Además, los papeles de las hermanas
Hudson, que en la película estaban interpretados por Bette Davis y Joan
Crawford, aquí lo son por los actores Paco Alberola y Javier Hernán, que bordan
una actuación memorable, alejándose de anteriores trabajos mucho menos
peliagudos. Sobretodo Javier Hernán, que da vida a una Baby Jane llena de
colorido y sin caer jamás en la afectación.
Es preciso, también, dejar
constancia de que la siempre difícil conversión del patio de butacas en
escenario está resuelta con maestría, sin permitir en ningún momento que el
público se sienta acosado ni olvide que está viendo una obra de teatro.
Tampoco hay que pasar por alto que
el tratamiento de la acción a la que el espectador no tiene acceso visual está
muy bien solventado y que el vestuario es idóneo, así como la acertada
sencillez del decorado.
En mi opinión, los dos actores principales han dado un
paso decisivo para ser considerados tales. Y el escritor ha corroborado su
capacidad para realizar nuevas versiones de textos clásicos. Los tres tienen un
reto definitivo: implicarse en una obra seria, actual, comprometida,
arriesgada. Pues cuentan con los mimbres personales necesarios.Publicado en Diario Lanza el 3 de Marzo de 2014
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