lunes, 27 de mayo de 2013

Teorema

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI

                    Teorema
                                             Francisco Chaves Guzmán

     El año 2071 significó el triunfo científico de Galileo Harris. Sobre la base de las investigaciones de su antepasado Marvin Harris, logró demostrar sin lugar a dudas que los cambios en la organización social siguen una secuencia lógica, que esta secuencia es análoga por encima de condicionamientos geográficos y temporales, que los individuos tienen dificultades serias para la comprensión del significado de sus propios actos y que la organización del trabajo determina las formas legales, religiosas y artísticas.

     Galileo Harris llamó a su trabajo Teorema del Desarrollo Cultural. En él daba cuenta de las variables independientes que intervienen en el proceso, además del peso específico de cada una de ellas.

     Los estamentos económicos, políticos y religiosos del Régimen de los Globalizadores montaron en cólera. Condenaron a muerte al científico por el súbito delito de investigación subversiva y ofrecieron una recompensa por su cabeza. Que fracasaron lo demuestra que, treinta años después, Harris continúa recibiendo elogios de toda la comunidad mientras que el Gobierno Global ha pasado a la historia de mala manera. Las ciencias humanas ya ocupan el lugar que les había sido negado.

     Da la impresión, aunque sea errónea, de que se ha cumplido aquel viejo resabio de la primera sociología. Pronosticaba el resabio que el conocimiento por parte de los individuos del entramado de una sociedad significaría la descomposición de la misma.

     Para redondear su éxito, Galileo Harris tomó partido en el escándalo que un año antes se desató por el intento de los globalizadores de convertir la sexualidad en una manufactura. Y esto fue lo que dijo: “Las normas que regulan la sexualidad no vienen determinadas por los principios de la ética ni de la moral, sino que están condicionadas por los intereses económicos a través de instituciones establecidas al efecto o de corrientes de opinión creadas en los alambiques del poder”. Consecuente con su propio Teorema.

     Harris dixit.

Ciudad H7Q22
Enero de 2101

Publicado en Diario Lanza el 27 de Mayo de 2013

lunes, 20 de mayo de 2013

Escasez

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI

                       Escasez
                                               Francisco Chaves Guzmán

     En el año 2070 saltó la liebre, una de las liebres más sofisticadas de la historia. Un viejo periodista, expulsado de la profesión muchísimos años atrás, había conseguido atravesar las puertas blindadas del archivo del ministerio de Asuntos Morales. Y ahora ponía en conocimiento de todos, con ayuda de la red de información de los reideros clandestinos, que nos habían dado gato por liebre.

     Con nombres y fechas, los documentos demostraban fehacientemente que los mercachifles urdieron, un siglo antes de la implantación del Gobierno Global, una trama política y policial cuyo objetivo era convertir la sexualidad en un bien de consumo. Lo que, con el tiempo, no sólo les daría el monopolio del nuevo negocio, sino también nuevas capacidades manipuladoras que acabarían por otorgarles el control total del planeta.

     Los documentos también demostraban que los mercachifles sabían que para convertir bienes de libre disposición en mercancías era necesario provocar una escasez de los mismos. Razón por la que, en el terreno de la sexualidad, decidieron recortar poco a poco las expresiones permitidas, de tal forma que la población no advirtiese que estaba siendo esquilmada de un bien de su propiedad.

     También quedaba rotundamente establecido en la investigación periodística que el producto puesto en circulación por los mercachifles no era sexualidad, sino un sucedáneo de muy baja calidad, pero con un modernísimo diseño, compuesto de urgencias, cortapisas y poses. Un producto que provocase el deseo, pero no lo satisficiese.

     Naturalmente, los recortes fueron presentados como un imperativo ecológico, con lo que se trataba de orientar al ser humano hacia un estado de civilización superior, en el que se trascendiesen las limitaciones de la materia. Y la baja calidad como necesidad meramente fisiológica, ya que el gasto energético correspondiente de la sexualidad natural resultaba nocivo para la salud física y mental.

     Las consecuencias de la investigación periodística iban a ser vertiginosas.

Ciudad H7Q22
Enero de 2101

Publicado en Diario Lanza el 20 de Mayo de 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

Alambradas

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI

                    Alambradas
                                             Francisco Chaves Guzmán

     En el otoño del año 2069, como corolario a la prohibición de circular en vehículos particulares, el Gobierno Global, siempre atento a las cuestiones de orden y seguridad, cerró las ciudades a cal y canto. Nadie crea que utilizo una metáfora, pues no lo es: las cerró con muros de cemento y alambradas de espino.

     A partir de ese momento nadie pudo entrar o salir de ellas. Salvo el recién creado grupo de Fuerzas de Exterminio, formado por psicópatas de nacimiento o sobrevenidos, que dedicaron sus esfuerzos a eliminar a cuantos ciudadanos había cogido desprevenidos, paseando por los caminos, el cierre de las ciudades. Se cuenta que los que producían una hecatombe humana, o sea, cien degollados, recibían fuertes recompensas, pero no existe documentación que lo acredite.

     También se cuenta, y eso sí está acreditado, que los exterminadores mostraron grandes pruebas de tristeza cuando su grupo de élite fue disuelto pocos meses más tarde, tanto por la desaparición física de los objetivos establecidos como por la comprobación de que todo ese despliegue había constituido un gran error. Ya que un gran error fue no sólo la ejecución de tanto asesinato sino también la construcción de las alambradas, como demuestra el hecho de que al tráfico de ideas no se viera afectado por los diques físicos que se habían levantado para detenerlas.

     También despareció el alambre de espino, y hasta los muros de cemento, aunque algunos regidores locales decidieron conservar algunos tramos como homenaje a sí mismos. Ahora, tres décadas después, en el año 2101, puede resultarnos extraño que el mundo fuera alguna vez gobernado por aquella caterva de inútiles, que tenían la brutalidad como lema y el analfabetismo por bandera.

     De ese año bárbaro, el 2069, nos llega esa frase proverbial que dice: “El color de los zapatos no hace al psicópata”.

Ciudad H7Q22
Enero de 2101

Publicado en Diario Lanza el 13 de Mayo de 2013

lunes, 6 de mayo de 2013

Colapso

CRÓNICA ONÍRICA DEL SIGLO XXI

                     Colapso
                                         Francisco Chaves Guzmán

     A mediados del 2068, cuando todo el mundo creía imposible que hubiese cabida para un solo paso más en el camino del desatino, el Gobierno Global decidió declarar fuera de la ley cualquier tipo de transporte particular, excepción hecha de motocicletas y bicicletas por las aceras y jardines de las ciudades.

     No se trataba, por supuesto, de favorecer el ahorro energético, ni de velar por la salud de la atmósfera, ni de restringir el ruido de los motores. Que fueron las razones esgrimidas por los voceros del régimen de los mercaderes. Ni de auspiciar el transporte público, como defendieron algunos ingenuos, pues tal cosa no existía desde hacía décadas.

     Miles de millones de automóviles quedaron abandonados en todas las esquinas del planeta el día treinta de junio, por mera ley de obsolescencia. El Gobierno publicó un edicto en el que se declaraba obligatoria la retirada de los coches de la vía pública. Pero no pudo cumplirse, no sólo porque fue imposible encontrar in lugar donde llevarlos, sino también porque existía una norma de más alto rango que impedía conducirlos.

     Y la inmensa red de autopistas quedó desierta. O casi. Casi, porque el objetivo de la prohibición no era otro que dejar las carreteras para el servicio exclusivo de las tropas de asalto y las fuerzas de seguridad, que llegarían velozmente si se daba el caso de que se produjeran disturbios callejeros en cualquier ciudad. Lo que, en su momento, no sirvió para nada, porque los vehículos abandonados colapsaban calles y avenidas.

     Es preciso dejar constancia de que ciertos grupos se mostraron muy satisfechos con la prohibición. Los esotéricos, que pensaron llegado el momento de popularizar los viajes astrales. Los mafiosos, que vieron una ocasión inigualable para vender salvoconductos a precios de oro a los multimillonarios. Los puritanos, que celebraron a lo grande las nuevas dificultades que se opondrían a los encuentros clandestinos. Y los disidentes, que, como siempre, apoyaban las prohibiciones por mera inercia.

Ciudad H7Q22
Enero de 2101

Publicado en Diario Lanza el 6 de Mayo de 2013