Harakiri
Francisco Chaves Guzmán
Cuando comenzó el año 2062 la red de reideros clandestinos tenía ya preparada otra acción nueva y demoledora, inspirada en la novela “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, escrita en 1953, en la que los personajes se enfrentan proféticamente a la prohibición de los libros aprendiendo los textos de memoria, para salvaguardarlos.
Un siglo más tarde la informática había facilitado mucho las cosas y la digitalización de textos conseguía efectos más rápidos y sencillos. Así, cada reidero tomo bajo su protección a un autor prohibido, es decir, todos los anteriores al 2015. En el reidero clandestino al que yo asistía dimos cobijo a la obra del filósofo Ortega y Gasset. Hubo, primero, que seguir el rastro de sus escritos, hasta dar con ellos en los enclaves más insospechados. Luego pasamos los textos a los ordenadores. Y terminamos por ponerlos a disposición de toda la población por medio de las herramientas que nuestros científicos habían creado, indetectables para el Gobierno Global.
Yo era entonces un jovencito de poco más de veinte años. Y recuerdo la formidable aventura que para mi supuso encontrar aquella prosa luminosa, aquella claridad expositiva, aquel humor corrosivo, aquel baile de ideas. (Perdonen esta disquisición autobiográfica, pero mi actual cercanía a la edad provecta me faculta para, sin desdoro, traer a colación alguna batallita que el huidizo tiempo intenta borrar).
La consecuencia fue que los libros, que continuaban prohibidos, que fueron eliminados físicamente muchos años antes, cuya memoria se pretendió hurtar para siempre, estaban de nuevo al alcance de todos.
En el Ministerio de Asuntos Internos hubo ceses instantáneos. En el ministerio de Educación y Propaganda intentaron exorcizar a los nuevos ángeles del mal invocando a los espíritus de los inquisidores medievales. Y el ministro de Asuntos Prohibidos se hizo el harakiri, lo que ya se había convertido en una tradición ancestral, y mandó harakirizar a sus más estrechos colaboradores.
Ciudad H7Q22
Enero de 2101
Publicado en Diario Lanza el 25 de Marzo de 2013