ESPIRALES ELÍPTICAS
Filosofía para la Felicidad
Francisco
Chaves Guzmán
Epicuro fue uno de los filósofos más
preclaros e influyentes de la época
helenística y su modelo bien podría haber iluminado todo Occidente,
hasta el día de hoy, si unas determinadas circunstancias históricas no hubiesen
favorecido el triunfo de otro paradigma. Su monumental obra, de la que tenemos
noticia gracias a los comentarios y recensiones de otros escritores de su
época, fue hecha desparecer porque los copistas de la alta edad media la
condenaron al olvido. La extraña coalición, nunca bien estudiada, entre la
vieja aristocracia romana, la imperturbable filosofía estoica y el novísimo
cristianismo de los desheredados borró de la memoria una doctrina basada en el
equilibrio y el autogobierno.
“Filosofía Para La Felicidad ” es un volumen,
editado por Errata Naturae Ediciones, que recoge las pocas páginas que
escaparon del librocidio perpetrado y nos abre una rendija por la que asistir a
algunas clases del filósofo. Otra forma posible de acercamiento es zambullirse
en el tratado “De Rerum Natura”, de Lucrecio, milagrosamente salvado para la
posteridad, que recoge actitudes y conocimientos herederos de la filosofía
epicúrea.
Y... ¿qué es la felicidad para
Epicuro? Pues la conjunción entre una mente libre de terrores infundados y un
cuerpo capaz de disfrutar de los placeres del gusto, el oído, el amor y la
vista. Todo ello con una postura equidistante entre los excesos de la
frugalidad pudibunda y los excesos del descarrío libertino, pero donde la
medida de la prudencia no corresponde a los poderes públicos sino al ámbito de
lo individual, que es para lo que debe servir una educación libre de
manipulaciones, de miedos y de egoísmos. Donde ningún placer está prohibido ni
debe utilizarse en exceso. La filosofía epicúrea aboga por no perturbar la
serenidad de los dioses tratando de involucrarlos en cuestiones humanas y
censura a los humanos que utilizan la política para imponer sus propios
criterios.
“Filosofía Para La Felicidad ” está
prologado por tres breves ensayos de Emilio Lledó, Carlos García Gual y Pierre Hedot
que ayudan a comprender el epicureismo en el contexto histórico e ideológico en
que primero se desarrolló y más tarde se hizo desaparecer. Y a entrever los
vasos comunicantes que enlazan los problemas de aquella época con los del mundo
actual.
Publicado en Diario Lanza el 3 de Febrero de 2014
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