lunes, 3 de febrero de 2014

Filosofía para la Felicidad

ESPIRALES ELÍPTICAS
            Filosofía para la Felicidad
                                            Francisco Chaves Guzmán

            Epicuro fue uno de los filósofos más preclaros e influyentes de la época  helenística y su modelo bien podría haber iluminado todo Occidente, hasta el día de hoy, si unas determinadas circunstancias históricas no hubiesen favorecido el triunfo de otro paradigma. Su monumental obra, de la que tenemos noticia gracias a los comentarios y recensiones de otros escritores de su época, fue hecha desparecer porque los copistas de la alta edad media la condenaron al olvido. La extraña coalición, nunca bien estudiada, entre la vieja aristocracia romana, la imperturbable filosofía estoica y el novísimo cristianismo de los desheredados borró de la memoria una doctrina basada en el equilibrio y el autogobierno.


            “Filosofía Para La Felicidad” es un volumen, editado por Errata Naturae Ediciones, que recoge las pocas páginas que escaparon del librocidio perpetrado y nos abre una rendija por la que asistir a algunas clases del filósofo. Otra forma posible de acercamiento es zambullirse en el tratado “De Rerum Natura”, de Lucrecio, milagrosamente salvado para la posteridad, que recoge actitudes y conocimientos herederos de la filosofía epicúrea.
            Y... ¿qué es la felicidad para Epicuro? Pues la conjunción entre una mente libre de terrores infundados y un cuerpo capaz de disfrutar de los placeres del gusto, el oído, el amor y la vista. Todo ello con una postura equidistante entre los excesos de la frugalidad pudibunda y los excesos del descarrío libertino, pero donde la medida de la prudencia no corresponde a los poderes públicos sino al ámbito de lo individual, que es para lo que debe servir una educación libre de manipulaciones, de miedos y de egoísmos. Donde ningún placer está prohibido ni debe utilizarse en exceso. La filosofía epicúrea aboga por no perturbar la serenidad de los dioses tratando de involucrarlos en cuestiones humanas y censura a los humanos que utilizan la política para imponer sus propios criterios.

            “Filosofía Para La Felicidad” está prologado por tres breves ensayos de Emilio Lledó, Carlos García Gual y Pierre Hedot que ayudan a comprender el epicureismo en el contexto histórico e ideológico en que primero se desarrolló y más tarde se hizo desaparecer. Y a entrever los vasos comunicantes que enlazan los problemas de aquella época con los del mundo actual.

Publicado en Diario Lanza el 3 de Febrero de 2014 

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