lunes, 14 de abril de 2014

El Guardián Entre El Centeno

ESPIRALES ELÍPTICAS
     El Guardián Entre El Centeno
                                           Francisco Chaves Guzmán

            ¿Cuál es la verdadera intención de Holden Caulfield, el protagonista de la novela, proteger o vigilar? Durante más de cuatro décadas la novela, el personaje y hasta el propio autor han levantado infinidad de controversias, no siendo la más intranscendente el título con que se publicó la primera traducción al castellano, “El Cazador oculto”. El propio Salinger intervino después para mostrar su apoyo a la segunda versión en nuestro idioma, titulada “El Guardián Entre El Centeno”.
            La opinión más extendida es que la novela apoya la idea de las teorías conspirativas, está llena de mensajes ocultos y es una llamada contra el totalitarismo de la vida cotidiana. Que Holden, su protagonista, es un inadaptado en lucha contra la sociedad manipuladora, una especie de bandido bueno dispuesto a sacrificarse por los demás. Y su autor, Salinger, un revolucionario indignado que hace un llamamiento a la rebelión.


            Otros, menos numerosos, ven en la novela la descripción de un viaje iniciático hacia la inserción social. A Holden como a un adolescente contradictorio, fabulador y asustado, fiel a su propia bisoñez condicionante. Y al autor como a un falso profeta, esquizofrénico y paranoico, incapaz de comprender su propia existencia.
             En mi opinión, al autor le ha salido todo mal, salvo la subida a los altares literarios, la consideración universal de su obra y el gran éxito económico. Pues Holden, el personaje principal y casi único, ya que los demás están a disposición de su capricho, es un joven que huye de sí mismo, de sus inquietantes fantasías, transfiriendo al prójimo sus culpas en un proceso freudiano, pidiendo ayuda a voces, pero no contra el mundo que le rodea sino contra él mismo. Y veo la novela como un manifiesto puritano, a pesar de las situaciones escabrosas y el lenguaje aparentemente licencioso. Para colmo, los lectores le han salido respondones, pues tratan siempre de encontrar lo que él nunca escribió y lo que quiso silenciar. Tal vez por eso desautorizó el título de “El Cazador Oculto”.

            El futuro lector hará bien en informarse, una vez acabada la novela, de las exhaustivas opiniones que sobre ella pueden encontrarse. Y tener en cuenta que su lectura es ágil, además de sorprendente y divertida, por lo que él mismo podrá diseñar una nueva y rocambolesca concepción del personaje.

Publicado en Diario Lanza el 14 de Abril de 2014               

No hay comentarios:

Publicar un comentario